Trevejo
Trevejo es una pequeña villa de Sierra de Gata, con menos de una decena de habitantes, que ha mantenido de forma casi milagrosa su fisionomía inalterada de aldea medieval a lo largo de los siglos Mantiene su arquitectura vernácula, su imagen genuina y su belleza secular sin que estas se hayan visto alteradas por elementos que la distorsionen, y eso la convierte en una verdadera joya del norte de Extremadura, lo que haya sido incoado como Bien de Interés Cultural con categoría de Casco Histórico. El granito serrano es el protagonista constructivo en la estética de este pequeño pueblo los muros de las casas, los empedrados de las calles, los dinteles de portadas y ventanas, las escalinatas y los edificios religiosos ofrecen distintos estilos constructivos sobre ese mismo material Al mismo tiempo, la mayoría de construcciones populares muestran muros recios de mampuesto y piedras gajadas. Los tejados, cubiertos en su práctica totalidad por la cálida teja árabe, otorgan al conjunto una belleza totalmente singular que ha sido respetada hasta hoy por sus habitantes y que convierten a Trevejo en el paradigma de la arquitectura serrana extremeña A esa belleza, que se observa cuando se contempla la panorámica de Trevejo desde sus alrededores, se suma la que se disfruta caminando por sus pocas calles, en las que se encuentran rincones inesperados y en las que se mezclan elementos de la arquitectura tradicional escalones pétreos en las portadas, toscas puertas de madera o saledizos de los tejados con elementos más antiguos, provenientes con seguridad de la fortaleza escudos heráldicos, pilas, inscripciones o sillares y con las plantas que aparecen, primorosamente cuidadas, engalanando calles, fachadas y cercados. La combinación de estos elementos da lugar a un casco urbano genuino y con un elevado valor patrimonial y estético, que se ve realzado con los valores paisajísticos de Trevejo Incluso desde sus calles se puede disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes del norte de Extremadura. Para tener una dimensión del potencial paisajístico de este enclave, es necesario además visitar algunos de sus miradores, como el del acceso al pueblo o los balcones naturales a la vera del castillo o en la ermita.