Mirambel
Entre murallas, a 993 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la villa de Mirambel. Es un lugar donde parece que el tiempo se haya detenido, donde el visitante encontrará tranquilidad y sosiego, ideal para descansar y pasear con calma por sus calles. Sus alrededor de 130 habitantes, orgullosos de su pasado, trabajan por construir un futuro ligado al turismo y a las actividades tradicionales agrícolas y ganaderas.
Reconquistada a los árabes hacia 1169 por Alfonso II, la historia de Mirambel permanece estrechamente ligada a la de las diferentes órdenes militares que se encargaron de la gestión de buena parte del Maestrazgo turolense. En el año 1157 el Rey Alfonso II concede a Mirambel el Fuero libre y en 1234 el Maestre de la Orden del Temple le otorga la Carta Puebla, el documento que regula las relaciones entre la comunidad de vecinos y los señores de la Orden del temple. Cuando la orden del Temple fue suspendida por mandato papal, la encomienda de Cantavieja pasó íntegramente a la orden de San Juan de Jerusalén, esto ocurrió en 1314 y desde entonces, el dominio duró hasta mitad del siglo XIX.
Sucesivamente, Mirambel se circunscribió en la sobrecullida de Montalbán (1446), en la de Teruel (1488-1495, a la vereda de Teruel (1646) y al corregimiento de Alcañiz (1711-1833). En 1834 se constituye como Ayuntamiento, y se integra en el partido judicial de Castellote, para pasar en 1965 al partido judicial de Alcañiz.
Su historia corre pareja a la de todo el Maestrazgo, de manera que, tras la desaparición de la Orden del Temple, pasará a manos de la Orden de San Juan del Hospital, iniciándose un periodo de dominación que dudará quinientos años. Los siglos XVI y XVII corresponden a una época de esplendor en la arquitectura civil del Maestrazgo, con numerosos ejemplos de palacios y casas señoriales de estilo renacentista pertenecientes a la nobleza local enriquecida con el comercio de la lana.
Otro momento importante en la historia de Mirambel es el siglo XIX, donde toda la comarca sufrirá los embates de las Guerras carlistas del Maestrazgo. Frente al poder militar que representaba el General Cabrera en Cantavieja, Mirambel se convirtió en la capital administrativa y política con la creación de Junta Superior Gubernativa de los Reinos de Aragón, Valencia y Murcia a raíz del paso de la expedición de Don Carlos, el pretendiente al trono. La imprenta de donde salieron todos los bandos y circulares y el Boletín Oficial del Ejército Carlista estuvo durante algunos meses en un palacio de la calle mayor y luego en el castillo. También dejó honda huella en la población el episodio de la quema de la Iglesia por el cabecilla Carlista el Serrador por ser uno de los más cruentos de la guerra.
En el año 1980 Mirambel es declarado Conjunto Histórico Artístico por ser “Villa cargada de historia, conservando en su totalidad el recinto amurallado y las notables construcciones, sin alterar la imagen y el ambiente medieval” y, al año siguiente, se le concede la medalla de Oro del premio Europa Nostra por las tareas de restauración y ordenación del conjunto urbano de la localidad, la cual le fue entregada personalmente por la Reina Doña Sofía.
Mirambel ha servido de inspiración a muchos artistas y escritores. En 1931 Pío Baroja escribió “La venta de Mirambel” con las historias y leyendas que recogió en su estancia en la Villa.
También el escritor Anton Castro publicó en 1995 “El testamento de amor de Patricio Julve”, un conjunto de relatos dominado por las pasiones imposibles, entre las que se encuentran relatos de Mirambel. El compositor turolense Antón García Abril encontró inspiración en el municipio para componer su obra “Preludios de Mirambel”.
Los preludios se pueden escuchar aquí: http://meetinarts.com/Preludios-de-Mirambel/104/
No hay duda en que Mirambel se asemeja a un plató de cine donde rememorar épocas pasadas… Esa faceta no ha pasado desapercibida para algunos directores. En 1986 fue la primera vez que la localidad se transformó para un rodaje. Fue para acoger la grabación de diversas escenas de la serie “Clase media”, dirigida por Vicente Amadeo y protagonizada, entre otros, por Charo López, Antonio Resines y Antonio Ferrandis. Diez años después, en 1996, la Ermita de la Torre Santa Ana, una hermosa masía en el término municipal de la localidad, sirvió para rodar escenas de “En brazos de la mujer madura” de Manuel Lombardero, en la que aparecían Faye Dunaway, Imanol Arias y Rosana Pastor. Pero la que sin duda más fama le ha dado fue la grabación, en 1994, de la película “Tierra y Libertad” de Ken Loach, protagonizada por Iciar Bollain, Rosana Pastor e Ian Hart. Esta película transformó Mirambel durante un mes y dejó honda huella en sus habitantes, que participaron de una u otra manera de la película. En la actualidad se pueden recorrer los escenarios de la película gracias a una ruta.
- 964178212
- www.mirambel.es